sábado

Un OVNI al final del túnel

Salida del túnel de A Canda en la N-525
15 de febrero de 1997. Antigua carretera nacional 525. Salida del túnel de A Canda, en dirección Ourense. Dos personas, Jaime y Luis, circulaban por este vial sobre la 1,30 horas. Regresaban de Madrid hacia su domicilio en el sur de Galicia, cuando algo muy espectacular les llamó la atención. 
Se trataba de un objeto con una veintena de luces, con forma de platillo, que emitía unos haces hacia abajo como si fueran tubos, que iluminaban en la noche la carretera oscura.



Dibujo realizado por Luis sobre el OVNI
y los haces en forma de tubo

"Venía a una velocidad bestial"

Tuvimos oportunidad de hablar con uno de los protagonistas del incidente, Luis, poco tiempo después del avistamiento. Preso de la emoción, así contó cómo fue el encuentro: “Fue al salir del túnel, una luminosidad bestial, algo increíble. Se acercó al coche a una velocidad de vértigo y se detuvo en seco frente a nosotros durante unos instantes”. Ambos testigos circulaban por la carretera antigua que une Vigo y Madrid, ya que la actual autovía aun no estaba finalizada en aquella época. Iban a bordo de un todoterreno Mitsubishi. “Al principio, como venía a una velocidad bestial, pues lo veíamos como un foco de luz. Y, de repente, bajó a una velocidad descomunal, como un rayo, y hace una parábola en el aire y se nos frena delante; justo, justo, justo en el centro de la carretera”. 
El artefacto no hacía nada de ruido y tenía un ancho aproximado como la carretera. Según el testigo, no se llegó a posar y se mantuvo a unos diez metros sobre el asfalto, a unos 40 metros por delante del coche. Tenía entre 16 y 20 focos de diferentes colores, que emitían luz hacia abajo “como si fuera un tubo”.
A petición nuestra, Luis describió en detalle cómo era el aparato: “Por debajo, los haces de luz formaban una circunferencia perfecta, con haces de luz en tres colores: azulón, azul celeste y blanco. Y no se expandían hacia los lados, eran columnas de luz independientes; y eran tan potentes que cuando bajaba del cielo, iluminaba los montes y el valle que está a la derecha de la carretera. Después, ya solo iluminaba el trozo de carretera, cuando se quedó allí flotando”.
El conductor del vehículo redujo la velocidad y ambos pudieron ver algunos detalles más del artefacto volador: “No era plano del todo por debajo. Tenía como un fondo plano interior que era de donde salían los tubos; por arriba era redondo, pero no llevaba luces, ni nada. Los tubos no eran muy largos, eran como columnas delgadas, como cilindros de luz con los tres colores cada uno”.
“Estuvo flotando allí unos instantes y después se fue despacito hacia la parte de atrás de la colina, y allí quedó. Nosotros continuamos el viaje completamente alucinados”, concluyó Luis.

Otro caso de OVNIS en carretera en Galicia:
Una "manta" voladora no identificada